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PTEC-INVA, la salmonicultura, la biotecnología y los desafíos de los GMO

PTEC-INVA, la salmonicultura, la biotecnología y los desafíos de los GMO

El gerente del Programa Tecnológico para la Producción Local de Insumos Nutricionales para la Acuicultura (PTEC-INVA), Dr. Daniel Nieto Díaz-Muñoz, y el encargado de comunicaciones y difusión del mismo Programa, Adam Mumtaz Troncoso, entregaron nuevos antecedentes acerca de los alcances que tiene esta iniciativa público-privada y académica impulsada por Corfo.

A continuación, compartimos el artículo que fue publicado en la más reciente edición de la revista especializada InfoSalmon:

El día martes 11 de junio tuvo lugar un importante hito en el devenir del Programa Tecnológico para la Producción Local de Insumos Nutricionales para la Acuicultura (PTEC-INVA) al haberse realizado la sesión del Consejo Estratégico con la presencia de representantes del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), un experto en formulación (Alejandro Capdeville) y la industria de la canola omega-3 (Pablo Berner de Nuseed). El tema de la tabla: los alimentos genéticamente modificados (GMO) y en particular, en lo inmediato, la canola (raps omega-3).

No es, por cierto, la primera vez que en Chile se aborda la cuestión de los GMO: a pesar de no haber mucha estadística disponible, sabemos, por ejemplo, que entre los años 1991 y 2013 el Estado chileno financió US$ 16 millones en proyectos de investigación (Tabla 1).

Tabla 1: estadísticas de apoyo financiero estatal chileno a la investigación sobre GMO en vegetales, 1991 – 2013. Fuente: https://chilebio.cl/situacion-en-chile-transgenicos/

¿Por qué se eligió este tema que inevitablemente está matizado de polémica y además influenciado por argumentos ideologizados? Por dos poderosas razones: por un lado, la necesidad de incorporar ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (omega-3) propios del aceite de origen marino en la dieta de los salmónidos y por el otro, una voluntad de sostenibilidad que la industria salmonicultora expresa al alejarse de la pesca extractiva como fuente de sus requerimientos de harina y en particular del aceite de pescado.

Vamos por parte. La disponibilidad limitada de aceites marinos ricos en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) n-3 de cadena larga (LC), principalmente ácido eicosapentaenoico (EPA, 20:5 n-3) y ácido docosahexaenoico (DHA, 22:6 n-3) es una importante limitante para el crecimiento de la industria de la acuicultura del salmón y la trucha.

Para reducir la dependencia de los recursos pesqueros naturales finitos, en los últimos 20 años el aceite de pescado en la alimentación de los salmónidos se ha ido reemplazando cada vez más por aceites vegetales, predominantemente aceite de raps o colza, y el EPA y DHA disponibles para los peces se han diluido correspondientemente.

Pero la tendencia a reemplazar y disminuir el aceite de pescado llegó a un punto, alrededor del 8 al 12%, en que se debió detener ya que se tocó el límite representado por la temida melanosis en los filetes: manchas oscuras de melanina que acusan la acción proinflamatoria conocida de los ácidos grasos omega-6 que están presentes en los vegetales.

Un importante parámetro de referencia es el “Indice de Dependencia de la Pesca Pelágica” del GSI (Global Salmon Iniciative) que representa la cantidad de unidades de peces capturados para hacer una unidad de salmón.

En el caso del aceite, la Figura 1 muestra la evolución de este índice y evidencia claramente el momento en que la industria salmonicultora, en todos los países en que se desarrolla, revirtió la baja del aceite de pescado. En el gráfico, la línea roja representa el promedio de las empresas en Canadá, Noruega, Escocia, Islas Faroe, Australia y Nueva Zelanda y su vuelta a la tendencia a la baja les está generando una ventaja competitiva, según se ve más adelante dada la recomendación del Instituto Noruego de Investigación en Alimentación, Pesca y Acuicultura (NOFIMA) a utilizar canola omega-3 (GMO).

Figura 1: valores del GSI para la dependencia pelágica referida al aceite, 2013 – 2023. La figura muestra el momento (2017-2018) en que la industria revierte la tendencia a bajar el aceite de pescado y reemplazarlo por aceite de raps (canola), soya, entre otros.

Se llega, por lo tanto, a un punto en que tanto los productores de alimento para salmones y truchas, los salmonicultores, la gente de la academia, científicos y representantes del área de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), y también por cierto las autoridades, deben convocarse, junto con el mundo de la agricultura, para considerar las opciones. Es un ejercicio necesario para la segunda industria más grande e importante del país, que da trabajo a más de 70.000 personas y que en más de una ocasión ha sido defendida y apoyada por el espectro más amplio posible (trabajadores de plantas de proceso, de centros de cultivo, técnicos, gerentes, entre otros), todos conscientes de que es nuestra industria y que queremos que continúe y crezca, desde luego, siempre tratando de ser mejores y más sostenibles.

Lo anterior significa que para crecer y prescindir totalmente (o casi totalmente en el corto-mediano plazo) del aceite de pescado se debe recurrir a la biotecnología: o se utilizan los PUFA de microalgas, o se usa aceite de canola omega-3 GMO (u otros).

A este respecto, el prestigioso NOFIMA ha venido estudiando sistemáticamente en los últimos años cuál es la respuesta de los salmónidos al uso de la canola GMO, midiendo en peces en tres etapas de su desarrollo –tanto en estanques como en jaulas marinas– los parámetros productivos de tasas de crecimiento, sobrevivencia y conversión de alimento, y muy especialmemte focos de melanosis en los filetes (*A dose-response study with omega-3 rich canola oil as a novel source of docosahexaenoic acid (DHA) in feed for Atlantic salmon (Salmo salar) in seawater; effects on performance, tissue fatty acid composition, and fillet quality, Bente Ruyter et al, Aquaculture 561 (2022) 738733. *Improved fillet quality in harvest-size Atlantic salmon fed high n-3 canola oil as a DHA-source. Bjarne Hatlen et al, Aquaculture 560 (2022) 7385). Esto, sólo por nombrar algunas investigaciones.

Una síntesis de las conclusiones del NOFIMA sobre el uso de la canola GMO es la siguiente: “En conclusión, el aceite de canola con alto contenido de n-3 es una fuente eficiente de DHA y de otros ácidos grasos n-3 para el salmón Atlántico del tamaño de cosecha comercial. Aumento del suministro dietético de DHA y otros PUFA n-3, por encima de los niveles mínimos requeridos para DHA, implica mejor pigmentación del filete y reducción de las manchas de melanina en el filete, sin comprometer el crecimiento de los peces”.

La Tabla 2 muestra los valores y las diferencias entre una canola convencional y la canola GMO.

Tabla 2: Comparación entre ácidos grasos en la canola convencional y canola GMO. Fuente: Presentación Nuseed, Consejo Estratégico PTEC-INVA, junio de 2024.

Como corolario, consideramos que el Consejo Estratégico fue muy exitoso: conversamos en un nivel técnico, empírico y de normativas asociadas. Saprosem (Empresas Agrotop) expuso los muy buenos rendimientos obtenidos en el cultivo de dos temporadas autorizadas por el SAG, lo que es un excelente punto de partida.

Alejandro Capdeville se refirió a las formulaciones y sus complejidades; se revisaron los principales papers mencionados en esta columna; mientras que Nuseed efectuó una interesante exposición que incluyó aspectos de costos.

Hemos dado un paso importante y queremos continuar. Este es uno de los desafíos grandes del Programa y esperamos generar los espacios que permitan una discusión basada en los principios técnicos y científicos.

Descargue a continuación la edición completa de InfoSalmon en donde encontrará el artículo del Dr. Nieto y de Adam Mumtaz en las páginas 9 y 10: